Valdelagua es un pueblo pequeño en término municipal y en habitantes. Lo primero

concierne a su desarrollo entre poblaciones ya creadas con anterioridad y no es

reformable. Lo segundo tiene que ver con el planeamiento económico de España y es

un problema estructural, grave, que debe resolver la política. Cuantos salieron en

busca de un futuro mejor lo encontraron y hoy disponen de las oportunidades que el

pueblo nunca les hubiera dado, aún cuando una parte de su corazón quedara tras la

puerta cerrada de su casa.

 

Por fortuna, una parte de aquella nostalgia puede recuperarse en esporádicas visitas,

que permiten no perder los vínculos afectivos con el pasado y sirven de remedio

saludable al ponernos en contacto más directo con la naturaleza. Esto, siendo

beneficioso para todos, resulta más conveniente para los adolescentes y los jóvenes

porque, discretamente, favorece el desarrollo de ciertos valores como la amistad, la

solidaridad, el conocimiento de la naturaleza, la soledad, el amor…

 

Pero en el pueblo hay vida todo el año, más apaciguada y, sin embargo, palpitante.

Reformas de mayor o menor calado, obras nuevas, mantenimiento y cuidados

continuos de los servicios básicos, preparación y gestión de nuevas iniciativas y la

aplicación diaria de mantener un ayuntamiento vivo y dinámico, atento a cuantas

oportunidades de mejora  y colaboración puedan vislumbrarse. Dispuesto a mantener

el continuado hilo de la secular existencia de este pueblo.

 

Siempre comprometidos, y esto debe resaltarse, con la innovación, la transición digital

y el desarrollo sostenible; en general con los 17 objetivos que plantea la Agenda 2030

que, aun cuando parezcan grandes ideas para grandes poblaciones, desde lugares tan

pequeños como Valdelagua es posible encarar todas nuestras iniciativas desde un

punto de vista comprometido con el futuro y la sostenibilidad ambiental.

 

Esto es hoy Valdelagua, un pueblo pequeño pero vivo e inquieto, resuelto a encarar el

futuro con emoción; donde las aportaciones personales son útiles y necesarias. Porque

un pueblo es una tarea colectiva. Y solidaria.

 

 

Ruyman Domínguez

Alcalde de Valdelagua del Cerro

 

 

 


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